Cualquier empresa, y por lo tanto cualquier emprendedor, tiene una misión concreta cuando abre sus puertas. En el sentido más estricto, saber cuál es la misión de una empresa es relativamente sencillo porque solo hay que determinar cuál es el motivo por el que existe y plasmarlo por escrito junto a otros conceptos estrechamente vinculados como la visión o los valores. Dejando a un lado lo puramente formal, como empresario siempre tendrás otras misiones, que no aparecen en los documentos oficiales pero que le dan el sentido a iniciar el camino del emprendimiento.
¿Qué entendemos por misión de una empresa?
La misión de una empresa recoge el motivo por el que se ha creado. Queda reflejada por escrito, guía el día a día de la compañía y no suele ocupar más de un párrafo. Por ejemplo, el propósito del Grupo DIA es estar «Cada DIA más cerca» de todas las personas que lo construyen: empleados, franquiciados, proveedores y aliados. Trabajamos para que nuestros clientes siempre encuentren lo que necesitan y consideramos que somos una parte esencial de las comunidades en las que estamos presentes.
Tu misión como emprendedor: más allá de un párrafo
La misión principal de una tienda de alimentación es cubrir las necesidades demandadas de los clientes acompañado del mejor servicio. En cierto modo, el comercio tiene un componente más emocional que otros sectores porque generalmente hablamos de trato con el cliente, proximidad y acercamiento. Por ejemplo, una franquicia DIA es una tienda de barrio con un franquiciado al frente que conoce a la perfección a sus vecinos, sabe lo que buscan y cómo resolver sus necesidades. Analizando a la competencia para saber en qué ha fallado y no caer en los mismos errores.
Aunque tengas detrás el apoyo de una gran marca, no puedes perder de vista que eres «comercio local». Así que la misión de una tienda de alimentación, y en un mercado de cercanía es algo que tiene unas implicaciones muy potentes: dinamizas tu calle y el entorno en el que te encuentras, favoreciendo que las personas puedan comprar lo que quieran sin tener que realizar grandes desplazamientos. Además, no estás solo en esta misión, ya que en tu tienda cuentas con más personal, así que también estás creando empleo en tu propio barrio o pueblo.
Genera confianza en la gente que te compra
Conocer a las personas a las que atiendes es un intangible que dice mucho de cualquier negocio. Y para una gran parte de la población crea una atmósfera de confianza complicada de destruir. Otra de tus misiones, por lo tanto, es poner a las personas que cruzan la puerta de la tienda en el centro de todas tu operativa. El objetivo no es otro que hacerlos sentir en un ambiente cálido y atento. Conocerás el éxito cuando los más habituales te cuenten lo que necesitan y recurran a ti directamente para ver si les puedes ayudar.
Una misión hecha para ti
Y lo mejor de todo es que puedes embarcarte en esta misión con un perfil sencillo. Si eres cercano, empático, tus dotes comunicativas son buenas, te sientes cómodo en la atención al cliente y quieres desempeñar una misión que aporte a tu comunidad, te puedes convertir en franquiciado DIA y comenzar cuanto antes.
A parte de todos estos requisitos, necesitarás ilusión por el proyecto y buena capacidad de aprendizaje y esfuerzo, además de conocer los valores de DIA para cerciorarte de que estás eligiendo el compañero adecuado. ¿Y qué es lo que NO necesitas? También te lo podemos decir:
- No necesitas experiencia previa.
- No tienes que ser dueño de un local.
- Tampoco vas a requerir una gran inversión.
¿Te hemos aclarado qué es y cómo definir la misión de una empresa? Si te encaja todo lo que te hemos contado, es más que posible que puedas plantearte la opción de dar el paso con tu propio supermercado. Revisa el procedimiento para conseguirlo y no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En muy poco tiempo estarás atendiendo a los clientes del barrio de siempre.